San Charbel Makhlouf La Orden Libanesa Maronita |
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A pesar de los numerosos conventos y comunidad religiosa, los
monjes moronitas no pronunciaban voto alguno y no tenían una regla expresa,
más que la transmitida de la tradición y atribuida a San Antonio Abad. De la
relación tenida en los siglos XV y XVI con los misioneros franciscanos y
jesuitas, se sirve para crear una organización centralizada de varios conventos
y una regla formal, uniforme y precisa, como venía sucediendo de siglos
anteriores en occidente. Tres jóvenes moronitas, Gabriel Hawa, Abdallah Quarali
y José Al-Batn; provenientes de nobles y ricas familias en Alepo, Siria;
después de discutir largamente con sus progenitores, deciden dedicarse a la
vida de monasterio. Los tres se presentan al patriarca Stefano Duhai (m.1704),
que vivió por largo tiempo en Roma, y quien había podido constatar y apreciar
personalmente las ventajas de las organizaciones monásticas centralizadas, para
obtener el permiso de fundar una nueva comunidad religiosa.
Los jóvenes, que habían frecuentado las ordenes franciscana, jesuita y carmelita en Alepo, y
quienes conocían la organización occidental, sometierón al patriarca
su proyecto de dotar de una regla que comprendiera más allá de la transmitida
por San Antonio Abad, y que tomara algunas normas típicas de las otras
instituciones monásticas, sin olvidar la pronunciación de los votos. El
patriarca buscó en un principio disuadirles, haciéndoles presente los
sacrificios que pide la vida comunitaria y pidiéndoles tener paciencia, no
obstante, vista la determinación de los jóvenes, acepta y el 10 de noviembre
de 1695 reciben los hábitos monásticos, siéndoles concedido un lugar para
vivir en el viejo convento de Santo Moura, en Ehden, donde comienza el
experimento. En un comienzo no toman voto alguno, pero ese mismo año los tres
pronuncian el de pobreza. Luego de tres largos años de estudio y trabajo, un primer esbozo de la regla está listo y sus fundadores deciden convocar el primer Capítulo General al monasterio de Mar-Licha, en Becharé. El 10 de noviembre de 1698, en el tercer aniversario de su ordenación y día en que el Padre Hawa, fué nombrado Superior General, la nueva orden había nacido.
Con el tiempo, a los tres monjes se les unieron numerosos discípulos y otros conventos
habían adoptado la nueva regla. Inicialmente, como reconocimiento a sus
fundadores, fuerón llamados Alepinos, en el 1706, de Monjes Libaneses de San
Antonio. La nueva orden pronto tuvo su primera prueba a consecuencia de una
disputa interna entre el Padre Hawa y el Padre Quarali. El primero sostenía que
el puesto de Padre General debía ser de por vida y que la orden debía tener un
carácter preponderantemente misionero; mientras que el segundo sostenía que el
puesto tenía que ser por un tiempo limitado y la orden volcada casi
exclusivamente al rezo y la vida en común. Para dirimir la diferencia fué
convocado un Capítulo General anticipado, en el cual fué depuesto el Padre
Hawa, y en su función nombrado General de la Orden al Padre Quarali; se
estableció que el mandato debía ser por un tiempo limitado y que el General
podía tomar decisiones solo conjuntamente y en acuerdo de sus asistentes.
A éste punto, el Padre Hawa, decide abandonar la orden e intenta constituir otra,
para luego retirarse definitivamente a Roma. La regla que incluía los votos de
castidad, pobreza y obediencia fué aprobada por el patriarca moronita el 18 de
junio de 1700, para luego traducirla del árabe al latín. Repasada y aumentada,
se aprobó por el Papa Clemente XII, el 31 de marzo de 1732. Conjuntamente al
notable desarrollo de la Orden, sea como en número de monjes, como de conventos,
el gérmen de la discordia fué latente entre ellos. Los motivos de este
contraste son diversos, así como su oposición interna. Los historiadores nunca
los han aclarado definitivamente, pero estos llevarón a una división de la
Orden en dos facciones; una que incluye a los monjes Alepinos y la otra a
aquellos de la montaña. Apesar de dos intervenciones de Roma, a los cuales los
monjes habían recurrido para dirimir los pleitos, las desaveniencias no
terminan hasta que en 1770 la Santa Sede interviene y constata lo irremediable
de la división, la oficializa y divide en dos ramas: La Orden Antoniana
Libanesa de los Moronitas (de San Antonio de Abad) y la Orden Antoniana Alepino
de los Moronitas. En la actualidad los monjes son conocidos con la denominación
de Orden Libanesa Moronita. A consecuencia de la evolución de los tiempos,
desde 1955 ha estado definida como orden no monástica y como tal administra las
parroquias dedicandose a la enseñanza. Actualmente la Orden cuenta con 80 casas
(17 en el exterior), 300 sacerdotes, numerosos hermanos y postulantes
distribuidos en todo el mundo.
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